Para muchos, las hormonas de crecimiento están en las bandejas de alimentos a voluntad de las aves, pues al mejor estilo de un fisiculturista, los músculos les florecen a borbotones en poco tiempo.
Pero no hay tal.
Esa ganancia de peso se obtiene con un renglón que ahora los expertos denominan “nutrición inteligente”, para unas aves que genéticamente han logrado grandes avances tras 45 años de investigaciones.
De acuerdo con Stefany Alejandra Arévalo y Pilar Donado Godoy, de la unidad de Inocuidad y Calidad de Corpoica (Centro de Biotecnología y Bioindustria), las nuevas tendencias de la alimentación han llegado a un campo que se conoce como “nutrición inteligente”, la cual es exclusiva para aves que tienen la capacidad de ganar peso en todo momento. De ahí que se les llamen pollos de engorde.
Para las investigadoras, que publicaron sus posturas en Avicultores, la revista oficial de la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, esa dieta básica se compone de maíz, soya y sales mineralizadas. Además, se adicionan aminoácidos esenciales como la lisina y la treonina, las cuales potencializan el crecimiento de los animales y promueven las funciones del hígado y el sistema digestivo, respectivamente.
Ganancia de peso
Para las profesionales, a lo anterior se suma el reposo y confort de las aves, ya que al no quemar energía, esta se convierte en ganancia de peso.
Igualmente las expertas son enfáticas en manifestar (al igual que muchos investigadores) que en el sector de avicultura las hormonas no tienen cabida por dos hechos fundamentales: no son efectivas y su costo es muy alto.
Cada vez menos días
Según las profesionales de Corpoica, no hay de que alarmarse, pues si bien los consumidores han oído hablar de hormonas, no conocen las investigaciones que ha adelantando la industria avícola para ser más eficiente y efectiva a la hora de producir carne de pollo.
Ellas dan cuenta que en la década de los 50 un pollo duraba 100 días para lograr 2,1 kilos de peso.
Hacia 1967 lograr el peso ideal para sacrificio se bajó a 76 días.
A partir del año 2000 se llegó a los 52 días para 2.3 kilos de peso y en la actualidad, la industria avícola del país obtiene aves de 2 kilos (2.000 gramos) en 42 días de alimentación que abarca el día y la noche.
Aumentar el consumo
El consumo per cápita anual de carne de pollo cerró el 2014 en 29 kilos y las proyecciones de Fenavi le apuntan a 29,5 kilos para 2015. Lo anterior llevaría a un crecimiento de 4.%, lo que significaría producir 1.4 millones de toneladas de carne de pollo, es decir, 100 mil más que al cierre de 2013. La promoción del consumo es uno de los fuertes del gremio y una campaña que llama la atención es el Festival del Pollo que realiza dos versiones al año.